"El evangelio según Bugs Bunny"
James Cameron le saca canas verdes al Papa con el anuncio de su próximo documental "La tumba de Cristo", en el que se propone -junto con el documentalista Simcha Jacobovici- remover los cimientos de la religión Católica. Su teoría señala que el osario encontrado en Jerusalén con la inscripción "Jesús, hijo de José", acompañado por otros ("María, la del maestro" y "Judas, hijo de Jesús"), pertenecen al profeta que no ha pasado de moda en 2000 años y a su supuesta familia.
El hallazgo se realizó hace más de veinte años y se ha revelado recién ahora, luego de tanto Código Da Vinci y cuestionamientos (más escándalos mediáticos que serias propuestas teóricas) sobre la divinidad del Mesías, algo que obedece no tanto a un altruismo revelador e ilustrativo, sino a una muy bien diseñada estrategia de Marketing.
Desde hace poco más de una década han surgido más de una decena de documentales orientados a revelar la verdadera naturaleza de Cristo, su modo de vida, cuán humano fue, si, como todos, fornicó y quedó muerto sin levantarse luego. La Iglesia Católica, que tiene como una de las piedras angulares de su fe la castidad de Jesús y La Resurrección, ha respondido a todos con el mismo argumento: "se trata de un afán escandaloso, poco serio, que busca el desprestigio. Un buen creyente no debería ver esa clase de cosas".
No soy católico, ni protestante, ni ortodoxo; me declaro agnóstico y quizás por eso, si Jesús tuvo o no una cana al aire o si se hizo zombie, no me parece algo del todo determinante; sin embargo, concuerdo con un pastor protestante cuando señala que vivimos el tiempo del Evangelio según Bugs Bunny, donde la esencia del asunto parece un "qué hay de nuevo, viejo".
Primero fue un libro titulado "Holly Blood, Holly Trial"...Holly WOOD (inspiración para un archiconocido "Código Da Vinci"), luego vinieron películas del tipo "El Cuerpo", un fracaso donde actuó Antonio Banderas y una serie de documentales (como "El Éxodo", anterior trabajo conjunto de Cameron y Jacobovici, acerca del éxodo guiado por Moisés hacia la Tierra Prometida) donde reconocidas figuras pretendían, como buenos embriagados de la Modernidad, ponerle el toque cientificoide a unas propuestas donde se esboza la desdivinización la figura de Jesucristo. El año pasado el último gran anuncio lo trajo "El evangelio según Judas", presentado en National Geographic Chanel, que causó el revuelo entre el público y el escándalo de uno que otro Cardenal y el mismo Papa.
Lo que nadie se puso a averiguar es que en la gran mayoría de esas producciones (por no decir en todas) ha estado involucrado de algún modo u otro (ya sea directamente o a través de productoras) James Cameron. El director de Titanic o es el anticristo o uno de los mejores mercadólogos de la historia. Obviamente, el Anticristo debería ser un tipo mucho más interesante.
Pero la verdad es que, si los huesos son o no son de Jesús, eso no importa. La gente seguirá teniendo su fe, el Vaticano su misma estructura (y poder) anquilosada, y el mundo su ritmo de siempre. Lo que se ha creído durante milenios (y todo lo que ese credo implica), no va a cambiar realmente porque un cuerpo hallado sea o no lo que dicen.
El hallazgo se realizó hace más de veinte años y se ha revelado recién ahora, luego de tanto Código Da Vinci y cuestionamientos (más escándalos mediáticos que serias propuestas teóricas) sobre la divinidad del Mesías, algo que obedece no tanto a un altruismo revelador e ilustrativo, sino a una muy bien diseñada estrategia de Marketing.
Desde hace poco más de una década han surgido más de una decena de documentales orientados a revelar la verdadera naturaleza de Cristo, su modo de vida, cuán humano fue, si, como todos, fornicó y quedó muerto sin levantarse luego. La Iglesia Católica, que tiene como una de las piedras angulares de su fe la castidad de Jesús y La Resurrección, ha respondido a todos con el mismo argumento: "se trata de un afán escandaloso, poco serio, que busca el desprestigio. Un buen creyente no debería ver esa clase de cosas".
No soy católico, ni protestante, ni ortodoxo; me declaro agnóstico y quizás por eso, si Jesús tuvo o no una cana al aire o si se hizo zombie, no me parece algo del todo determinante; sin embargo, concuerdo con un pastor protestante cuando señala que vivimos el tiempo del Evangelio según Bugs Bunny, donde la esencia del asunto parece un "qué hay de nuevo, viejo".
Primero fue un libro titulado "Holly Blood, Holly Trial"...Holly WOOD (inspiración para un archiconocido "Código Da Vinci"), luego vinieron películas del tipo "El Cuerpo", un fracaso donde actuó Antonio Banderas y una serie de documentales (como "El Éxodo", anterior trabajo conjunto de Cameron y Jacobovici, acerca del éxodo guiado por Moisés hacia la Tierra Prometida) donde reconocidas figuras pretendían, como buenos embriagados de la Modernidad, ponerle el toque cientificoide a unas propuestas donde se esboza la desdivinización la figura de Jesucristo. El año pasado el último gran anuncio lo trajo "El evangelio según Judas", presentado en National Geographic Chanel, que causó el revuelo entre el público y el escándalo de uno que otro Cardenal y el mismo Papa.
Lo que nadie se puso a averiguar es que en la gran mayoría de esas producciones (por no decir en todas) ha estado involucrado de algún modo u otro (ya sea directamente o a través de productoras) James Cameron. El director de Titanic o es el anticristo o uno de los mejores mercadólogos de la historia. Obviamente, el Anticristo debería ser un tipo mucho más interesante.
Pero la verdad es que, si los huesos son o no son de Jesús, eso no importa. La gente seguirá teniendo su fe, el Vaticano su misma estructura (y poder) anquilosada, y el mundo su ritmo de siempre. Lo que se ha creído durante milenios (y todo lo que ese credo implica), no va a cambiar realmente porque un cuerpo hallado sea o no lo que dicen.
2 comentarios:
Cameron es un mercader. Pero la iglesia es peor.
Bueno, la iglesia es una de las empresas más sólidas que existen. Estoy de acuerdo.
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